Beneficios del colecho para los bebés

Beneficios del colecho para el sueño de los bebés

El colecho es una técnica que ha existido desde hace siglos y cuenta con múltiples beneficios para la vida de la madre y el bebé. Es la práctica en donde los padres comparten cama con el, o los niños. Sin embargo, en los últimos años se han convertido en una práctica controvertida ¿Por qué?

Existe mucho debate alrededor de esta técnica, diferentes especialistas pueden recomendarla, o no. Pero depende netamente de los padres el decidir practicarla. Por su parte, la organización mundial de la salud OMS, comparte los beneficios de practicar un colecho seguro y lo útil que puede ser para el desarrollo físico y psicológico del bebé.

¿Qué beneficios tiene el colecho?

• Reduce el riesgo de muerte súbita

Esta es quizás una de las preocupaciones más grande de los padres primerizos, y pese a la opinión popular, el colecho disminuye el riesgo de muerte súbita en un 50% según estudios realizados por Centro de Estudios Alemán GeSID. Cuando el bebé está cerca de los padres, se encuentra relajado, por lo que regula su temperatura y respiración, haciendo que tenga una noche de descanso tranquila, con mejor conciliación del sueño.

• Mayor descanso para los padres

Si bien es cierto que los bebés que duermen con sus madres, se despiertan más durante la noche para alimentarse; este se acostumbra rápido a la rutina pudiendo llegar a amamantarse con la mínima intervención. Además, así los padres no necesitan levantarse de la cama para cubrir las necesidades del bebé y la calidad del sueño de todos, mejora considerablemente.

• Favorece la lactancia materna

La alimentación continua del bebé favorece la producción de prolactina en la madre, lo que contribuye al desarrollo físico del niño, con un aumento de peso saludable. Además, reduce el llanto si se mantiene cerca de la madre y puede tomar el pecho por su cuenta; logrando así que se sacie y se duerma al finalizar.

• Potencia el vínculo emocional

Practicar el colecho de manera continua fortalece el vínculo de los hijos con los padres, hace que estos se sientan más seguros y confiados en su presencia. Mejora la comunicación y el desarrollo emocional de los pequeños, lo que se traduce en niños más comunicativos y empáticos.

• Ayuda al bebé

Existe un fenómeno conocido como “sincronía termal” y se trata de la regulación de la temperatura a través del contacto con la madre. Si un bebé tiene frío, la temperatura corporal de la madre aumenta en unos grados para hacerlo sentir cómodo; si, por el contrario, este tiene calor, se regula bajando uno o dos grados.

Aunado a esto, disminuye la apnea del sueño, evita el ensanchamiento excesivo de los pulmones por el llanto constante, crecen más rápido, bajan sus niveles de estrés, se sienten seguros, duermen mejor.

Recomendaciones para practicar el colecho

Después de conocer todos los beneficios que brinda el colecho, es momento de saber cuál es la mejor forma de realizarlo, estando cómodos y seguros tanto el bebé como los padres:

1-. El bebé debe dormir boca arriba: La posición boca abajo es riesgosa para los bebés de meses si la superficie no es lo suficientemente plana.

2-. La superficie en la que duerma el bebé debe ser plana: Los colchones muy blandos, almohadas, mantas u objetos mullidos, donde el bebé pueda quedar “enterrado” son peligrosos, contribuiyen a posibles ahogamientos durante la siesta.

3-. No se recomienda practicar el colecho en bebés prematuros: debido a su pequeño tamaño o si están bajos de peso, puede ser un factor de riesgo.

4-. No hacerlo si alguno de los padres está enfermo: El sistema inmune de los bebés de meses aún no está bien desarrollado, lo que los hace más susceptible a enfermedades; es por esto que, si alguno de los padres se encuentra enfermo, es mejor no estar mucho tiempo cerca del bebé.

5-. No fumar, beber alcohol, o tomar medicamentos para dormir: Cualquier sustancia que pueda alterar el estado normal de alguno de los padres, puede representar riesgos para el colecho. La mayoría de los accidentes relacionados al colecho, tienen que ver con alguno de estos factores.

6-. No arropar al bebé en exceso: Alterar su temperatura traerá problemas para conciliar el sueño y puede ser riesgoso para el niño.

7-. Solo el bebé y los padres: No se recomienda practicar el colecho con varios miembros de la familia o con muchas personas en la cama, incluido hermanos, hasta que el niño cuente con un año o más.

¿Qué dicen los especialistas?

La Asociación Española de Pediatría (AEP) dice lo siguiente respecto al colecho:

“colocar la cuna al lado de la cama o utilizar una cuna especialmente diseñada para los primeros meses, adosada a la cama de los padres, facilita la lactancia y no interfiere con la frecuencia de las tomas durante toda la noche”.

La organización mundial de la salud afirma que:

“los bebés deben dormir en la misma habitación que sus padres hasta los seis meses de vida”. Y, durante este periodo, tienes dos formas de hacerlo: directamente en la misma cama o con una cuna especialmente adaptada para ello.

El neonatólogo Nils Bergman habla de que la separación de los hijos de sus padres puede «provocar daños en el cerebro por la separación nocturna» Lo que puede desencadenar problemas de estrés y miedo en los niños, que incluso puede traspasar a su adultez.

La OMS recomienda practicar el colecho hasta los 3 años o incluso más, hasta que el niño eventualmente desee dormir solo.

El miedo común de algunos padres es que el niño desarrolle un apego emocional muy grande, que los convierta en niños dependientes o que esta práctica pueda llegar afectar la “intimidad” de la pareja; sin embargo, no hay estudios que confirmen o avalen esta información, por el contrario, son muchos los que sustenta la mejora del desarrollo psicológico y cognitivo de los niños.

Un estudio del doctor James McKenna, catedrático de Antropología y director del Laboratorio del Comportamiento del Sueño Materno-Infantil de la Universidad de Notre Dame, confirmó que los niños que vienen de familias donde practican el colecho presentaban una mayor autoestima y mejor bienestar físico y mental, mejor autocontrol emocional y mayor independencia.

Recuerda que si tienes alguna duda al respecto siempre puedes consultar con tu médico pediatra y él te dará las mejores recomendaciones al respecto; sin embargo, son solo eso, recomendaciones. La decisión final de si deseas o no, realizar esta práctica, es netamente de los padres.

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